Si has llegado hasta aquí, quizás eres de esas personas a las que también les seduce la idea de visitar Menorca en su velero. Si es el caso ¡Estiba y trinca todo a son de mar, y prepárate para soltar el cabo de amarre! En este artículo te daremos 5 razones para fijar rumbo ya mismo a esta fantástica isla balear.
1. Calas y playas por más de 216 kilómetros
Una de las razones por las que Menorca, y otras de las Islas Baleares, son tan atractivas para la navegación es por sus playas y calas. Es muy común fondear en estas costas y disfrutar de un agradable día junto al mar.
Pero ¿Qué tipo de calas y playas podemos encontrar? ¿Son buenos tenederos? Pues bien, los mejores fondeaderos quizás se encuentra al sur de la isla, donde la fina arena blanca y las aguas turquesa arropan acogedoras calas al natural como Macarella, Macarelleta, Turqueta, Es Talaier o Mitjana. También existen otras costas más urbanizadas (por si no quieres estar tan lejos de la civilización) como Galdana o Punta Prima.
Sin embargo, si lo que te interesa son los parajes naturales quizás quieras costear también la zona norte de la isla, donde son visitas obligadas Cavalleria, Cala Morell y Binimel·la. Sin embargo destaca en esta categoría Mercadal, que se encuentra entre las montañas y la vegetación, con un romántico paisaje único. Algo que poca gente sabe es que está conectada con Cala Pregonda, una cala aislada, poco concurrida, y nudista.
Sin embargo, cuando pensamos en calas de Baleares y la náutica de recreo, no podemos evitar que nos vengan a la mente esas imágenes de espacios llenos hasta los topes de barcos, muchos de ellos motoras (con lo que ésto implica). Es cierto que en periodos de temporada alta (como puede ser el verano) estas aguas se llenan de multitud de embarcaciones de recreo, lo que pueden suponer un riesgo para el fondeo debido al fenómeno de las líneas de borneo, que imagino que ya habrás estudiado.
Las líneas de borneo, por si no las recuerdas, no son otra cosa que el giro que hacen los barcos alrededor del ancla, por cambios en las mareas o el viento. Si vas a pasar el día allí, ten cuidado de que tu trayectoria no corte la de otros barcos, y presta atención a los vientos costeros como el terral o el virazón. A veces fondear a barbas de gato es una precaución muy conveniente.
Sin embargo, al no ser Menorca una de las islas principales (como Mallorca o Ibiza), no está tan masificada, y puedes disfrutar de una experiencia más tranquila que si vas a las islas mayores.
2. Es un lugar ideal para hacer deporte en la naturaleza
Independientemente de que puedas practicar la vela, lo cierto es que Menorca es la excusa ideal para hacer deporte también en tierra firme, tanto en forma de senderismo como en bicicleta.
Muchos amantes de las caminatas por el monte visitan cada año la isla de Menorca para experimentar alguno de los 20 tramos que conforman la ruta senderista GR223. Se trata de un recorrido de 185 kilómetros que circunvala la isla y cuyos orígenes se remontan al siglo XIV, cuando el rey Jaume II ordenó a los caballeros menorquines poner vigilancia a caballo por todo el perímetro de costa.
Lo que hace tan interesante a Menorca para los caminantes es el hecho de que es una isla prácticamente plana, bañada con el suave clima del Mediterráneo. De hecho, su única montaña apenas tiene 358 metros. Sin embargo, esto es suficiente para ofrecer una panorámica de toda la isla que fascina a los aficionados de la fotografía.
3. Es el lugar ideal para los amantes de la historia
Cada rincón de Menorca tiene algo que ofrecerte si te gusta vivir la historia. Ya conoces el camino de los caballeros del rey Jaume II, y más allá del encanto de pueblos de pescadores como Binibeca, a donde va todo el mundo, cada piedra tiene algo que contarte si sabes escuchar.
Sumergirte en el paisaje de Menorca es vivir historias de tragedias, como las acontecidas durante el siglo XVI, cuando muchas de sus ciudades fueron atacadas, saqueadas y prácticamente destruidas por los piratas, pero también es descubrir los vestigios de todas las distintas culturas que pasaron por allí y dieron forma a un lugar tan único.
Ciudades con historia
Tomemos como ejemplo Maó, la capital. Se trata de una puerta de entrada marítima a Menorca, y que aún conserva el aire que le dieron los británicos, que permanecieron casi un siglo en la isla. Si lees este blog, probablemente no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar su puerto. ¡El puerto natural más grande de Europa! Allí está la destilería de Xoriguer, su ginebra autóctona.
Sin embargo, sin ir muy lejos encontramos Ciudadella, que es la antigua capital. Su estilo en piedra es totalmente diferente, con señoriales palacios. Podrás perderte por su callejuelas laberínticas, o visitar la imponente Catedral de Menorca y el peculiar puerto con forma de canal. Al salir del puerto no te pierdas el Castell de Sant Nicolau, construido en el siglo XVII con la intención de defender al mismo puerto de los ataques del mar. Y si te gusta fotografiar faros, no puedes dejar de visitar el faro de Artrutx que se encuentra a tan sólo 7 kilómetros de allí.
Y hablando de edificios antiguos, quizás te pueda interesar en las proximidades de Mahon visitar la basílica paleocristiana des Fornàs de Torrelló, del siglo VI, que fue construida en la época de la conquista bizantina. Otra población con mucha historia es Alayor, que fue fundada en 1304 por Jaime II y rebautizada como el «Montpellier de Menorca» por los franceses. Se trata de un pueblo pintoresco con preciosas casitas encaladas, y que además es un importante centro de producción de quesos ¡Tienes que probarlos! También destaca por su creatividad pastelera y porque fue cuna de los famosos helados La Menorquina, que seguramente conoces.
Arqueología
Desde Atalayor se pueden visitar varios yacimientos arqueológicos prehistóricos que se remontan a 4000 años de antigüedad. Algunos ejemplos pueden ser el poblado talayótico de Torre d’en Gaumès o el de Torralba d’en Salord. En los alrededores de Mahón, otra población, podemos visitar el poblado talayótico de Talatí de Dalt, el yacimiento de Rafal Rubí (que cuenta con dos navetes de enterramiento) y el poblado talayótico de Trepucó, formado por un gran talayot y un santuarioi con una taula en el centro.
Si estos términos no te dicen mucho, quizás podrías apuntarte a una de las muchas visitas guiadas, donde descubrirás todos los detalles. Lo cierto es que hay más de 1.500 yacimientos en la isla, con construcciones tan llamativas como los talaiots, las taulas y las navetas. Este patrimonio es único en el mundo por la forma de algunas de estas construcciones.
Además, Menorca es el lugar favorito de arqueólogos e historiadores debido al excelente estado de conservación de sus yacimientos, su monumentalidad y su alta densidad. De hecho, la Menorca talayótica es candidata a Patrimonio Mundial de la Humanidad.
4. Fiestas típicas y otras actividades culturales
A los visitantes de Menorca les llaman mucho la atención algunas de sus festividades típicas. Por ejemplo, es el caso de los «jaleos» ecuestres, claro testimonio de cómo la cultura menorquina está ligada a los caballos de raza, protagonistas de sus fiestas populares.
Una de las fiestas más famosas es el jaleo de Sant Joan en Ciutadella el 23 y 24 de junio, donde se hacen exhibiciones de caballos, y espectáculos de equilibrio de éstos a dos patas. La acogedora gente de Menorca te hará sentir uno más en sus fiestas populares, donde podrás vivir una experiencia única.
5. Gastronomía
Dicen que la dieta mediterránea es una de las más interesantes del mundo. ¿Qué puede entonces esperarse de una isla como Menorca, tan inmersa en el Mare Nostrum? Lo cierto es que la cocina menorquina es otro de los grandes atractivos principales de la isla.
Aunque el plato estrella es la «Caldereta de Langosta», que empezó siendo una receta de pescadores y hoy en día mueve a numerosos turistas cada año para degustarla, también destaca el “oliaigo”, una receta elaborada a base de sofrito de ajo, cebolla, pimiento verde y mucho tomate, que se acompaña de melón o higos, perfectamente apta para personas vegetarianas.
Al ser una isla con los ingredientes tan al alcance de la mano, es fácil encontrar productos frescos y de excelente calidad, especialmente pescado y marisco, pero también embutidos (en especial la sobrasada, muy típica) o el queso con denominación de origen “Mahón-Menorca”. Destaca también su mundialmente famosa mahonesa o su apreciada repostería, que tampoco te puedes perder.
Cómo llegar hasta Menorca
Si quieres ir navegando desde la península en un barco de bandera española, y patrón español, debes tener en cuenta que el título más bajo que te habilita para la navegación entre península y baleares es el PER con su ampliación de 24 horas. ¡Sin esta ampliación no está permitido y pueden sancionarte! Obviamente si tienes el Patrón de Yate, Capitán de Yate… etc, sin problema.
Si el barco no tiene bandera española, y el pabellón que enarbola lo permite, una alternativa para un patrón español puede ser costear hasta Francia y desde allí fijar rumbo a Baleares, ya que técnicamente no se está navegando «desde la península», si la bandera de registro no restringe las millas de la costa al patrón. Sin embargo, hacer ésto alargaría por unos días más tu viaje. Independientemente de esto, y más allá de la normativa aplicable, es aconsejable contar con la formación y equipo de seguridad adecuados para evitar riesgos innecesarios.
Es por esto que si no tienes la titulación adecuada, o el tiempo para semejante travesía, puede convenir que busques un alojamiento en Menorca. Podrás disfrutar de todo lo que la isla tiene para ofrecerte, en un lugar más cómodo quizás que un barco, y aún así puedes encontrar numerosas embarcaciones en alquiler en sus distintos puertos, por lo que nada te impide igualmente navegar por sus aguas. Mirándolo bien, podría ser la solución más cómoda, dependiendo de tu estilo de vida.
Conclusión
En este artículo te hemos dado 5 razones para visitar Menorca, desde sus costas hasta sus parajes naturales del interior, donde hacer deporte, pasando por su historia, su cultura y su gastronomía. También hemos visto los requisitos que la normativa náutica española pone a las embarcaciones de recreo abanderadas en este país para poder llegar hasta Menorca navegando, y algunas alternativas para que puedas visitar igualmente la isla.
Ahora la aventura te llama, enfila tu rumbo hasta este paradisiaco destino, y no dudes en contarnos tu experiencia en los comentarios. ¡Buena proa!